El pasado 27 y 28 de febrero tuvo lugar en la UIB un encuentro entre economistas italianos y profesores de la UIB y de la Universidad del País Vasco para reflexionar sobre las repercusiones de las políticas de austeridad europeas en los países del sur de la UE. Se aprobó un documento para poder discutirlo con economistas procedentes del norte de la UE sobre la necesidad de cambiar la actual política económica europea. Los días 24 y 25 de abril se organizó por parte de la Asociación de Economistas de Lengua Neolatinas (AENL), la Universidad de Pavía, la Universidad de Insubria y el Ghislieri College de Pavía, la discusión del documento de Palma entre 35 economistas de las principales universidades y centros de investigación del Norte y Sur de Europa, y se aprobaron diez puntos que constituyen la Declaración de Pavia, que se pueden consultar en: www.aenl.org y http://www.broadband4europe.com/pavia-declaration-new-deal-social-democratic-europe/.
La Declaración de Pavía reconoce que las políticas de austeridad han llevado a un menor nivel de ocupación por unidad de renda y a un menor nivel de inversión respecto al PIB. Como resultado de ello, se ha generado un problema de falta de demanda agregada. El mainstream europeo intenta paliar este problema por la vía de la reducción de costos laborales y sociales, para así poder aumentar la demanda de exportaciones. Ahora bien, el grueso del potencial de crecimiento de la UE se encuentra en una amplia demanda interna promovida por inversiones sociales y por las nuevas ocupaciones que se generarían a través de estas inversiones: en sanidad, educación, regeneración de ciudades y preservación del medio ambiente. Para financiar estas inversiones no hace falta modificar los Tratados, ni apelar a la emisión de deuda pública europea (eurobonos). Bastaría con potenciar el Banco Europeo de Inversiones, ya que sus créditos para este tipo de actuaciones no computan como deuda de los Estados. Además, los gobiernos que quieran impulsar estos Planes de “New Deal” europeo, lo podrían hacer por la vía de la “cooperación reforzada”, ya que ésta no necesita la regla de la unanimidad. La UE es uno de los pocos mercados internacionales con oportunidades seguras de invertir donde los BRICS, los fondos soberanos y los fondos de pensiones internacionales pueden reinvertir sus importantes excedentes. A su vez, los recursos financieros regionales deberían ser ampliados mediante la emisión de bonos regionales per parte del FEI y del BEI, a fin de poder activar las iniciativas y las capacidades económicas y sociales a nivel local y regional. Estas iniciativas locales y regionales podrían conformar programas de cooperación transregional y transnacional de acuerdo con el Programa RECITE (Regions and Cities of Europe).
Lo discutido en Palma y Pavía constituye una propuesta que permitiría reencontrarnos con los valores originarios de la Unión Europea, basados en la solidaridad y en la mejora de los niveles de bienestar de sus ciudadanos.