¿Hacia la sostenibilidad turística?

¿Cómo se puede hacer más sostenible una economía de servicios? ¿Cuál es la capacidad de carga que tiene? Las dos preguntas son sencillas en cuanto a su formulación y afectan de pleno la economía balear en su conjunto; pero tienen difícil respuesta. Se dispone para Baleares de un conjunto amplio de indicadores biofísicos. Se trata de materiales muy dispersos, desiguales, y, sobre todo, abundantes y en ocasiones poco explicativos. Esto dificulta su posible aplicabilidad a políticas públicas, dado que haría falta que las administraciones tuvieran el compromiso firme para mantener activos los procedimientos de recogida y sistematización de los datos. Este instrumental resultaría determinante para una diagnosis más acertada, de carácter holístico.

La clave demográfica es determinante. Y uno de los indicadores principales es el Índice de Presión Humana (IPH), que se elabora desde 2008 por el IBESTAT, con datos que arrancan desde 1997; una variable dinámica que permite apreciar día a día la evolución del contingente poblacional en Baleares, con desagregación insular. La elaboración de este índice representa una opción metodológica por parte de la administración pública, que lo ha incorporado a su agenda de trabajo. Esto es una gran virtud. Esta base estructural, que comporta un análisis más genérico del modelo de crecimiento balear, trajo una pregunta clave, derivada de las dos anteriores que encabezan este artículo: ¿qué pueden aportar las investigaciones sociales para resolver o paliar esta situación? Investigaciones recientes e inéditas de Historia Económica infieren unas recomendaciones:

  1. Si se quiere recuperar un modelo más eficiente –con más productividad del capital– y más sostenible –con menos capacidad de carga y más inclusivo socialmente– habrá que regular mejor el crecimiento de la oferta total de alojamiento.
  2. La variación del IPC hotelero, que favorece positivamente en la medida de la productividad del capital en términos corrientes, depende desde el punto de vista de la oferta, en evitar que se puedan dar situaciones de sobre-oferta (aspecto en el que la administración puede incidir); desde el punto de vista de la demanda, continuará afectando la variación del tipo de cambio libra/euro, que está fuera del control de los gobiernos y, a la vez, de cómo evolucione la situación geopolítica en la ribera oriental y sur del Mediterráneo, que también es un componente exógeno.
  3. A largo plazo, los incrementos netos del stock de capital sólo pueden tener efectos positivos sobre la productividad del capital, si y sólo si, presentan una elasticidad positiva, vía innovaciones, en términos de ingresos por unidad invertida. En este punto, es determinante la iniciativa privada a través de las inversiones que se están efectuando en la mejora de la categoría de los establecimientos hoteleros.

Todo esto se aviene con el compromiso para conseguir la sostenibilidad a medio y largo plazo de Baleares como destino de calidad en los mercados internacionales. Sin este espíritu cooperativo para poder elaborar políticas turísticas de consenso, pasaremos de un juego de suma positiva a otro de suma negativa, donde todos los participantes saldrán perdedores.

 

 

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