¿Tiene discurso económico la izquierda balear? La respuesta es sí: lo tiene. Puede parecer sorprendente para algunos, pero los textos existentes producidos en la esfera de la izquierda insular plantean análisis de investigación económica, aportaciones bibliográficas internacionales, diagnósticos precisos y hojas de ruta en política económica. En contrapartida, el acerbo al respecto de la derecha es conocido por ser genérico: escasa intervención pública, bajada de impuestos, desarrollo del mercado como única institución y obsesión máxima por el déficit y la deuda. Cabe decir que esas premisas teóricas conservadoras, ese hilo discursivo, no siempre se plasma en la economía real. Aquí, las estrechas relaciones entre empresas y sector público han sido muy firmes y, en algunos casos, teñidas de prácticas fraudulentas y corruptas. No se quiere al Estado…para los demás.
En cualquier caso, la derecha reposa sus perspectivas en política económica sobre fundamentos ya establecidos por su mainstream; en tal aspecto, no se inventa nada, toda vez que los principios ideológico-económicos se adoptan como si de una ciencia se tratase. La realidad económica, empero, se halla alejada de eso. El discurso neoliberal, identificable en la derecha balear, marca un ritmo propio, caracterizado por la ausencia de una aportación genuina para las islas, que no va más allá de las grandes soflamas del laissez-faire. Pero que se acaba contaminando por las acciones directas y anti-mercado de determinadas administraciones y empresas. Casos ilustrativos se vivieron en la legislatura 2003-2007, con situaciones escabrosas en la gestión pública que fueron desveladas entre 2008 y 2011 gracias a la estrecha colaboración entre la administración pública, la Fiscalía Anti-corrupción y, posteriormente, la profesionalidad de un juez.
La izquierda tiene un discurso elaborado los últimos diez años, con aportaciones algunas de ellas ya publicadas y con documentos estratégicos bien tangibles. Sin embargo, la izquierda peca de “adanismo”: todo debe repensarlo en cada nueva etapa, como si no existieran bases generales y otras más específicas, sobre las que trabajar. He aquí un gran error. Cuando ahora leo y escucho que hay que trabajar sobre el cambio del modelo de crecimiento balear, o que se ha de desarrollar un Pacto por la Competitividad para nuestra economía, sólo acierto a decir: oigan, esto ya existe, ya lo tienen; ¡sólo deben actualizarlo! Hay mucho trabajo culminado, escrito y difundido; y, en algunos casos, existen documentos cruciales que se hallan reposando en el fondo de algún perdido cajón. Pero están ahí. No inventemos nada. Simplemente, leamos más y utilicemos lo que ya se ha gestado desde diferentes sensibilidades en la izquierda balear, con trabajos serios al respecto: ahí tenemos el discurso propio. Ese que, por cierto, la derecha no tiene.